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miércoles, 6 de marzo de 2024

HISTORIA DE LA MINERÍA EN SIERRA DE GATA


Esta nueva publicación sobre Sierra de Gata aporta luz sobre uno de los sectores productivos más ancestrales que han existido en nuestra comarca.

Con este libro se ha pretendido hacer una compilación de todos los datos a nivel técnico que existen desde el punto de vista geológico, metalogenético y petrológico de lo que es el llamado Batolito de Jálama y las implicaciones que éste tiene y ha tenido sobre los vecinos y las poblaciones que se asientan sobre él desde tiempos inmemoriales.

La minería y la metalurgia en Sierra de Gata han existido desde que el primer ser humano merodeó por sus senderos y tuvo momentos de un apogeo enloquecedor como el que se vivió durante la primera mitad del siglo XX con la explotación y comercio del wolframio.

Todo lo anterior es lo que se ha pretendido recoger en este libro para evitar así que todo ello caiga en un desafortunado olvido.




viernes, 7 de enero de 2022

PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN, Villanueva de la Sierra

Edificada sobre un templo anterior, al igual que en otras poblaciones de Sierra de Gata, el edificio actual es del siglo XVI. Su torre es una de las mejores y más bellas torres del siglo XVI que se conservan en la provincia de Cáceres.


La entrada de los pies posee un arco apuntalado cuyos salmeres son de estirpe gótica y encima de él se puede ver un rosetón polilobulado.







En el presbiterio se puede contemplar una magnífica bóveda de crucería estrellada que le da un aire señorial al templo y al retablo mayor que preside el interior de la parroquia. 





El Cristo de la Salud de Villanueva de la Sierra es una talla de mediados del siglo XVII y hasta hace bastante años se veneraba en la ermita del mismo nombre, hasta que fue traslada a la parroquia. Su aspecto actual se debe al haber quedado ennegrecido por un incendio hace unos años.


Otra imagen que se conserva en la parroquia es una talla de un Cristo Yacente con los brazos articulados y cuya realización es del siglo XVII.








El interior del templo conserva, afortunadamente a pesar de haber sido reformado su suelo, bellos ejemplos de laudas sepulcrales de un pasado señorial.
















En el interior de la parroquia podemos observar un solemne púlpito de piedra berroqueña perfectamente labrado, al que se accede por una pequeña escalinata de cantería tallada en piedra de la zona.










En una de las ventanas exteriores se aprecia un esgrafiado muy similar al que nos podemos encontrar en la fachada de la parroquia de Hernán Pérez.




La torre de la escalera que da acceso al campanario de la la iglesia es uno de los más atípicos que se puede encontrar en toda Sierra de Gata y es gemelo del que podemos ver en la parroquia de Guijo de Galisteo.




jueves, 23 de diciembre de 2021

MONUMENTO AL SOLDADO CAIDO EN LA GUERRA DE MARRUECOS, Villanueva de la Sierra

 


En la década de los 90 del siglo XX me tocó, siendo uno de los últimos reemplazos, el servicio militar en Melilla. Allí tuve la suerte de poder conocer de primera mano el pasado militar de la ciudad y las innumerables batallas que hubo a principios del siglo XX en todo el protectorado español marroquí. Las huellas de esos enfrentamientos armados se colaban por todos los rincones de la ciudad y desde mi posición privilegiada en la Comandancia General de Melilla pude visitar la totalidad de los acuartelamientos de la ciudad autónoma, así como acceder a determinada documentación que no estaba disponible para el ciudadano en general. 
Los muertos en aquellas batallas se contaban por miles, tanto de un lado como del otro; lo que no me imaginé en ese momento es que aquellas guerras también habían dejado su huella en nuestra comarca.

Uno de esos testimonios de aquellos serragatinos caídos en combate en el norte de África lo podemos encontrar en Villanueva de la Sierra. Allí, en el recinto del colegio público de la localidad, se conserva una magnífica escultura de bronce fundido en honor del soldado Inocencio Rubio Gallego, hijo de la localidad y caído en combate en Melilla el 4 de septiembre de 1921. El bronce se fundió en Madrid en el taller de la casa Mir y Ferrero y fue obra de excelente escultor Mariano Rubio, quien ganó la tercera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes del año 1922.