lunes, 26 de junio de 2017

Domingo Frades Payo, un artista experimental mañego



Domingo nació en Cáceres en 1970 y falleció en San Martín de Trevejo, su pueblo, en 2009; aunque se formó como artista en Badajoz. Su formación de delineante le sirvió como base para su amplia producción pictórica.
Hijo de del grandísimo historiador y divulgador serragatino Domingo Frades Gaspar, frecuentó Sierra de Gata todo lo que pudo y más; convirtiéndose ésta en la última morada que le acogerá eternamente.
Destacó en el campo de pintura, pero también consiguió sus logros en la poesía. Con su obra poética, Menudeo, fue premiado en los premios de poesía experimental en la séptima edición de la Diputación de Badajoz.
En 2011 se expuso buena parte de su obra en Badajoz en la segunda edición cultural "Semillas 2001", como homenaje a un artista excepcional de ascendencia serragatina que como bien señaló una de sus amistades La Suya fue una Relación Transfronteriza, en lo Personal y en lo Artístico.

Entre sus libros podemos señalar:




domingo, 21 de mayo de 2017

JENARO CHAMORRO PIÑERO, un productor cinematográfico valverdeiro

Jenaro Chamorro Piñero fue uno de esos personajes singulares que ha dado Sierra de Gata. Perteneciente a una familia de apasionados juristas, ejerció de maestro durante un tiempo en la capital de España hasta que fue depurado por haber estado afiliado a la U.G.T., antes y durante la guerra civil. Posteriormente tuvo diversos oficios, aquellos con los que el régimen franquista le permitió ganarse la vida.
Su instinto para los negocios y la ayuda de su hermano Santiago le posibilitó introducirse en el mundo de la producción cinematográfica. Fruto de esa actividad fue la producción de diversas películas para la productora Gredos Films con actores de la talla de Fernando Fernán Gómez, en la película El Fenómeno, o con Marujita Díaz.
Este Valverdeño se convirtió de manera accidental, o premeditada, en el primero y muy probablemente en el único empresario cinematográfico que ha dado Sierra de Gata. 








lunes, 15 de mayo de 2017

SANTIAGO CHAMORRO PIÑERO, el fiscal valverdeño

Valverde del Fresno tiene como característica propia haberse convertido en la cuna de varios importantes juristas. Uno de ellos fue Santiago Chamorro Piñero, familiar de Jesús Vicente Chamorro, el denominado Fiscal Rojo, también oriundo de esa localidad.
La biografía de Santiago está magníficamente relatada en el libro de su hija Matilde Chamorro titulado Los Dioses Siguen Naciendo en Extremadura.


Santiago Chamorro Piñero fue uno de los juristas más expertos en la ley hipotecario de su época y no en vano escribió varios libros sobre dicha temática. El de mayor éxito fue El Derecho Real de Hipoteca y su Constitución por Acto Unilateral.
La mayor parte de su vida transcurrió fuera en Madrid; aunque ni él ni los suyos perdieron el contacto con nuestra comarca. En la capital de España tuvo despacho de abogacía por el que transitaron personajes importantes de la época y desde el que influyó en infinidad de negocios. Penalizado profesionalmente, como muchos otros colegas suyos, por haber pasado la guerra en el Madrid Republicano supo reciclarse y reinventarse, para así convertirse en un jurista de prestigio y de referencia en ese Madrid de posguerra.




miércoles, 10 de mayo de 2017

CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA, El Lince con Botas 3.0

Hace diez años que comencé a investigar y a trabajar sobre la figura de Nicasio Álvarez de Sotomayor; desde entonces he publicado sobre su figura y su actividad político sindical un par de artículos en la Revista de Estudios Extremeños y en la Revista Alcántara, además de un libro y algunos artículos de prensa. 
Para mí Nicasio ha supuesto una fuente de sabiduría, sin él jamás me abría sumergido en ese periodo de la historia de España tan turbulento y a la vez tan interesante, que me ha servido para ordenar mis ideas y para explicarme muchas cosas, sobre todo de dónde vengo y a dónde voy.  
El destino es curioso y a veces somos meras marionetas de ciertas fuerzas que nos mueven y nos hacen actuar de manera espontánea e improvisada. 
En mi caso no tenía ninguna intención de trabajar la época de la guerra civil en Sierra de Gata; ya que este asunto todavía hoy en día es un punto de crispación en numerosas localidades de nuestra comarca, pero una línea del destino me llevó hasta la figura de Nicasio y a través de él a conocer infinidad de hechos y de personas que me han influido definitivamente. En numerosas ocasiones, y así se lo he manifestado a muchos amigos, he tenido la sensación de ser un mero escriba de un personaje como Nicasio y de muchos otros que él me ha ido presentando a lo largo de todos estos años. Eran gentes sometidas a muertes crueles que querían contar su historia y Yo tan sólo me he dejado llevar por ellos. Por eso, y a pesar de haber contado sus historias en dos libros, que creo que el día de mañana serán referentes de esta etapa de la historia en Sierra de Gata, quedaba por realizar un último paso que era dejar la figura de Nicasio plasmada en un documental; como un homenaje póstumo a alguien que tanto nos ha dado hasta la fecha y que lo pagó con su vida.
Por fin este mes de marzo pudimos quedar varios amigos de Cilleros y Yo con los colegas del Lince con Botas y grabar este documental titulado "Crónica de una Muerte Anunciada" que espero sirva como homenaje y epitafio de este paisano serragatino.



miércoles, 19 de abril de 2017

El MALVAO, LA MALENA, LA SIERRA DE LAS PILAS, LA SIERRA DE LA BOLLA, SIERRA DE DIOS PADRE; refugio de los maquis de Sierra de Gata

El Malvao o La Malena toma su nombre de un pequeño río que discurre por entre las cordilleras montañosas de la Sierra de Villasrubias y la del Fortín, en la zona norte de Descargamaría y limítrofe con la vecina Salamanca.
Ese rincón altoextremeño que va desde la Sierra de las Pilas y se une con la Sierra de la Bolla, La Sierra de Dios Padre y la de los Ángeles se convirtió en el refugio de los maquis que actuaban bajo el mando de Pedro José Marquino Monje, el Francés; encuadrados en la 12ª División de la 1ª Agrupación Guerrillera del Ejército Extremadura-Centro.



La partida del guerrillero parrillero Celestino Martín Pérez, COMPADRE, encuadrada en la División mencionada anteriormente, eligió este territorio extremeño, próximo a Salamanca y limítrofe con las Hurdes, como su zona de acción. Este ex-sargento del ejército, oriundo de Descargamaría, consiguió mantener en jaque a las fuerzas militares franquistas durante el periodo 1945-1946.
Durante esa etapa organizó una extensa red de enlaces que fueron captados por él en los pueblos de Descargamaría, Robledillo de Gata, Villanueva de la Sierra, Torrecilla de los Ángeles, Cadalso de Gata, Santa Cruz de Paniagua, Pozuelo de Zarzón, Villasrubias y Peñaparda. 
Participó el 3 de septiembre de 1945 en el asalto del pueblo de Santibáñez el Alto al frente de 14 guerrilleros y del que se llevaron un botín cuantioso, además de en infinidad de sucesos tanto en la provincia de Cáceres como en las de Ávila y Salamanca; hasta que cayó abatido en la estribación montañosa de la Sierra de Castillejos y de Dios Padre, en el Canchal de Ramón; junto a los guerrilleros: Justo Vega Miguel "Secreto", Pedro Pérez Álvarez, "Cantare o Grilo", Desiderio Iglesias Puertas "Amable", Jacinto Riolobos Martín "Peine" y Silverio Plaza Rodríguez "Dispuesto".  
La deserción el 17 de junio de 1945 del guerrillero Enrique Álvarez Castro, El Lobo, permitió a las fuerzas de seguridad franquistas la detención de infinidad de enlaces que servían de apoyo a la partida de COMPADRE; entre ellos se encontraban: Gregorio Mora Cepa, Gerardo Hernández Martín, Justiniano Rodríguez Delgado, Vicente Gómez Martín, Gerardo Rodríguez Rodríguez, Toribio Vega Delgado, Gerardo Calvo Mateo, Macario Roldán Hernández, Emilio Canillas Barroso, Leocadio Salicio Torollo, Constancio Delgado Delgado, Nemesio Sañudo y Pablo Gómez García  (todos ellos vecinos de Descargamaría); Regino Calvarro Hernández, Francisco Torres Collado y Marcelino Rodríguez Montero (de Robledillo de Gata); Joaquín Pacheco Marcos, Elisa Pacheco Alonso, Alfonso Pacheco Alonso, Lorenzo Rodríguez Blanco, Félix Calvo Calvo, Ambrosio Domínguez Jiménez, David Calvo Manso y Ladislao Briosca Acosta (de Cadalso de Gata); Emilio Galán Hernández, María Amado Martín, Raimundo Amado Martín, Fernando Collado Barbero, Cipriano Collado Barbero, Marcelo Collado Martín y Juan Martín Chancas (de Peñaparda, Salamanca). 
El Partido Comunista de España, o de Unión Nacional como era denominado por las fuerzas gubernamentales franquistas, consiguió implementar en esta zona altoextremeña una guerrilla que trajo de cabeza a la guardia civil, al ejército y a los miembros de Falange; ya que la perfecta organización que consiguieron desarrollar El Francés y Compadre le permitió anotarse a esta fuerza política antifranquista numerosos éxitos que fueron utilizados como propaganda dentro y fuera de España.

jueves, 13 de abril de 2017

PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE MANUEL RAMOS SUSAÑO

Hoy hemos tenido la oportunidad de poder presentar el libro de Manuel "La Dehesa de Abajo........" en el Hogar del Jubilado de Perales del Puerto. Ha sido un acto emotivo en el que se han vivido sensaciones a flor de piel.
Este evento ha sido el broche final perfecto de un reto que Manuel se marcó hace mucho tiempo y que ha dejado un muy buen sabor de boca a todos los asistentes.
La publicación de este libro ha despertado conciencias adormecidas hacía mucho tiempo, a la vez que ha servido para generarles cierta curiosidad e inquietud a muchos otros que desconocían esta triste etapa de la historia peraliega.
Para mí ha supuesto un estimulante más en mi ya larga trayectoria de la defensa de nuestra historia y tradiciones locales; a la vez que me ha servido para recordarme que todavía quedamos unos cuantos en Sierra de Gata dispuestos a no rendirnos ante los atropellos de unos y de otros. Manuel es un claro ejemplo de ello.





Manuel Ramos Susaño y Vicente Calderita Chaparro
en la presentación del libro de la Dehesa de Abajo

martes, 7 de febrero de 2017

FRANCISCO MONTEJO, un carlista mañego



El carlismo en Sierra de Gata es una de las etapas más desconocidas dentro de la historia de esta serranía; sin embargo la comarca y algunos de sus vecinos jugaron un papel decisivo en la Primera Guerra Carlista.
Uno de esos serragatinos que mantuvo en jaque a las fuerzas leales a la Reyna Isabel II entre los años 1833 a 1839 fue el mañego Francisco Montejo. Este zapatero remendón, como se encargaron de puntualizar las fuerzas liberales que combatían a las realistas de Don Carlos, consiguió mantener viva la llama del carlismo en la parte más noroccidental de la provincia de Cáceres; al cruzar la frontera luso-española en sucesivas ocasiones, a la vez que practicaba todo tipo de razzias por los lugares por los que pasaba.
Su nombre se convirtió en una auténtica obsesión para los personajes encargados de reprimir cualquier conato de carlismo en Extremadura. Rodil y Méndez Vigo, al mando de las tropas liberales en la región de Extremadura, le intentaron dar caza en sucesivas ocasiones y aunque en alguna de ellas estuvieron a punto de apresarle, Francisco Montejo consiguió siempre evitar su captura.
Al frente de una facción de carlistas de entre 10 y 50 individuos, dependiendo de la época, asaltó poblaciones y cortijos; desarmó a militares isabelinos; robó a representantes de las instituciones públicas liberales e impuso en buena parte de la provincia de Cáceres y en la casi totalidad de las poblaciones de Sierra de Gata la fidelidad al Rey Dº Carlos.  
Contó sobre todo con el apoyo de los cantones de Gata y de Coria; así como con una amplia red de colaboradores que iban desde altos miembros del Obispado de Coria, hasta los contrabandistas de Valverde del Fresno, Eljas y San Martín de Trevejo; pasando por el apoyo económico e intelectual de nobles como el adinerado vecino de Gata Dº Juan Guillen y Godínez, quien formó parte del séquito real de Dº Carlos; e incluso fue auxiliado por la fraternal amistad guerrera de los legitimistas portugueses.
Con el paso del tiempo se convirtió en uno de de los últimos carlistas, por no decir el último, que mantuvo viva la llama del Carlismo en la provincia de Cáceres; perdiéndose su rastro una vez finalizada esta primera guerra carlista allá por el año de 1839.